Rebasar el dintel del número 32
de la calle Lineros supone hallarse en una casa con historia, la casa de un
negocio que ya ha cumplido su primer centenario, un negocio cuyo nombre está indiscutiblemente
ligado a Córdoba: BODEGAS CAMPOS.
En esta ocasión nos detendremos
en su restaurante, aunque realmente hablamos de una organización empresarial en
la que prácticamente todas sus líneas de actividad se encuentran ligadas al
mundo de la restauración: espacios para celebraciones, servicio de catering,
departamento de I+G – hemos dicho bien, departamento de Innovación y
Gastronomía –, gastro-restaurantes y tiendas Pick&Stay, gestión de la
Escuela de Hostelería de Córdoba, taberna y por su puesto el mencionado
restaurante motivo de nuestra visita. No nos olvidamos de su faceta cultural,
la Fundación Bodegas Campos, que desde 2008 patrocina y organiza actividades
con el propósito de difundir la cultura cordobesa.
Zaguán de Bodegas Campos
El Restaurante Bodegas Campos,
que visitamos en una noche de la pasada Semana Santa, se inscribe dentro de ese
grupo de emblemáticos de la ciudad del que ya os hemos hablado en alguna
ocasión. Y lo hace a pesar de tratarse de un establecimiento relativamente joven.
Recordemos que la casa nace en 1908 como negocio ligado a la crianza y
comercialización de vinos de Montilla y Moriles llegando hasta los años
cincuenta, momento en el que diversifica su actividad creando una red de
tabernas. Ya en 1989 inicia su andadura en el mundo de las celebraciones
familiares y de empresa, y en 1995 abren sus puertas la taberna y el
restaurante. Toda esa trayectoria y la presencia en su etapa tabernaria de artistas,
figuras del mundo de la cultura y la aristocracia, y posteriormente de jefes de
estado e incluso la familia real española en su restaurante, le han granjeado
finalmente esa imagen de lugar ilustre.
Interior de Bodegas Campos
Nos recibe en el zaguán su jefe
de sala y nos conduce hasta nuestra mesa pasando por un primer espacio esencial
con sus pequeñas mesas de madera y una amplia barra donde degustar sencillos
platos de una carta propia: es la taberna. Un ejemplo más de esa dualidad
habitual en muchos establecimientos de restauración en Córdoba. Pasamos unos
arcos acristalados y accedemos finalmente a Ipagro, nombre de la sala que acoge
el comedor principal. De estética muy clásica, sus muros se revisten de blanco
luminoso y rojo pálido, tonalidad conocida como almagra, colores indiscutiblemente
ligados al urbanismo y arquitectura cordobeses. No faltan entre la decoración cuadros
de toreros y personajes costumbristas, carteles antiguos de la Feria o piezas
de vajilla antiguas. Todo bajo unos techos en madera de los que cuelgan grandes
faroles en metal. Nuestra mesa se situará ante un arco con ventanal tras el que
se encuentra un pequeño patio iluminado y con mucha vegetación. Todo este
conjunto es sólo una pequeña parte de este complejo dotado de muchas más estancias
y salas singulares utilizadas para actos y celebraciones privadas.
Interior del restaurante Bodegas Campos
Patio interior de Bodegas Campos
Mesas en Bodegas Campos
Ya sentados en nuestras sillas de
enea y ante una mesa vestida con una sencilla mantelería con colores a juego
con la sala, nos disponemos a ojear la carta al tiempo que nos toman nota de la
bebida y nos sirven esas “teleritas” que tanto nos gustan ver en restaurantes
cordobeses. Por la casa, y en sus diferentes áreas, han pasado nombres notorios
de la cocina incluso algunos de ellos de corte más vanguardista y de tremenda
actualidad como Celia Jiménez o Periko Ortega. Sin embargo, y aún con algún
toque moderno, su jefe de cocina Juan Gutiérrez nos presenta una lista de
platos que destila tradición y producto de la tierra en todos sus apartados. Por
supuesto es lo que esperábamos y buscábamos en esta ocasión.
Nos detenemos para mostraros con más
detalle los platos de su carta – abril 2015 –:
La Despensa de Ibéricos (raciones
y medias raciones):
Paleta Ibérica de Bellota
Jamón Ibérico de Bellota
Caña de Lomo Ibérico de Bellota
Queso Añejo
Tabla “Venta Blanca” – Jamón
Ibérico de Bellota, Caña de Lomo Ibérico de Bellota y Queso Añejo –
Tabla “Alta Expresión” – Chorizo,
Salchichón, Morcilla y Caña de Lomo Ibéricos y Queso Añejo –
Entrantes (raciones y medias
raciones)
Ceviche de Corvina – Plato
especial de la Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica –
Lomo Saltado de Presa Ibérica –
Plato especial de la Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica –
Salmorejo Cordobés con Gelatina
de PX
Ensaladilla con Ventresca de Atún
y Langostinos
Paté de Perdiz con Velo de PX y
Polvo de Aceite
Ensalada de Pavo con Escabeche de
Tomate
Ensalada de Queso de Zuheros con
Uvas y Frutos Secos
Tartar de Atún
Patatas Cortijera con Picadillo
de Chorizo
Pisto con Huevo de Corral
Salteado de Espárragos, Ajetes e
Ibérico
Judías Salteadas con Foie y
Vinagreta de Mostaza
A 180º en Oliva (raciones y
medias raciones)
Berenjenas Fritas
Croquetas del Cocido con Jamón
Ibérico
Dados de Bacalao Fritos con
Mahonesa de Ajo Asado
Calamares Fritos con Ralladura de
Lima
Flamenquín Ibérico con Pimientos
del Padrón
Pescados
Raviolis de Bacalao, Sepia y
Gambas
Merluza a la Plancha con
Parmentier de Patatas
Chipirones a la Plancha con
Cebolla Caramelizada
Corvina con Falso Risotto de
Chipirón
Arroces y Guisos
Arroz de Rabo de Toro con
Verduritas
Arroz de Setas y Foie
Cardos Esparragados con Almejas y
Langostinos
Esparragado de Espinacas,
Garbanzos, Piñones y Huevo
Carnes
Rabo de Toro Deshuesado con
Cremoso de Patatas
Solomillo del Valle con Salsa de
Uvas
Presa Ibérica con Pimientos
Dulces
Terrina de Cochinillo Asado
Cazuela con Guiso de Manitas con
Patatas
Solomillo de Ternera con Salsa de
Setas y Verduras Salteadas
Postres
Brownie con Sopa de Chocolate
Blanco
Leche Frita con Helado de Lima
Emulsión de Tocino de Cielo con
Helado de Yogurt
Milhojas de
Crema Ligera de Limón y Naranja
Helado de Queso de Tetilla con Membrillo
Helado de Queso de Tetilla con Membrillo
Helado de Naranja al Aceite de
Arbequina con Gelatina de PX
Como siempre destacar
positivamente el que los precios de la carta se muestren incluyendo el IVA e
igualmente que se indique claramente el coste del servio y pan – concretamente 1,25
euros –.
Mesas en Bodegas Campos
Estos fueron los platos que
elegimos de la carta – éramos siete comensales en esta ocasión –. Como
entrantes al centro nos decidimos por el más sofisticado “Tartar de Atún” junto
con un clásico cuaresmal y “semanasantero” como es el “Bacalao Frito”. Tartar de
excelente aderezo que se sirve acompañado de tostas para untar. Se presenta
finamente picado y se acaba estéticamente con un crujiente de pan y germinados.
Mucho más sencilla es la presentación del bacalao, cortado en dados, fritura
limpia y nada aceitosa, que se acompañan de una sabrosa mahonesa de ajo asado.
"Dados de bacalao frito" de Bodegas Campos
"Tartar de Atún" de Bodegas Campos
Entre los platos principales
triunfa el “Solomillo del Valle con Salsa de Uvas” que llegamos a pedir por
partida triple. Excelente carne y punto de cocción que se sirve con una
guarnición de patatas baby cocidas y ligeramente rehogadas en aceite y perejil.
La salsa se presenta en salsera aparte. No podía faltar entre los platos de carne
una de las recetas fundamentales de Bodegas Campos como es el “Rabo de Toro
Deshuesado con Cremoso de Patatas”. Para el comensal, sin duda la versión más
simple para poder degustar el tradicional estofado cordobés. Se emplata sobre una
reducción de su jugo y se acompaña de una suave crema de patata. Y otro clásico
de la tierra: el “Flamenquín Ibérico con Pimientos del Padrón”. Se trae ya
troceado junto con una guarnición de patatas fritas, pimientos y salsa
mahonesa.
“Solomillo del Valle con Salsa de Uvas” de Bodegas Campos
"Flamenquín" de Bodegas Campos
“Rabo de Toro
Deshuesado con Cremoso de Patatas” de Bodegas Campos
Seguimos con los principales y lo
hacemos regresando a los platos del mar. Primero con unos “Raviolis de Bacalao,
Sepia y Gambas”, dos piezas de suave pasta rellena de sabroso pescado. Y por
otro lado probamos la “Corvina con Falso Risotto de Chipirón”. Interesante
pescado blanco del que nos sirven una pieza de lomo a la plancha reposando
sobre una salsa con diminutos trozos de chipirón y todo rematado por unos germinados.
“Corvina con Falso Risotto de Chipirón” de Bodegas Campos
“Raviolis de Bacalao,
Sepia y Gambas” de Bodegas Campos
La siguiente etapa fue la de los
postres. Repostería casera de muy buen nivel donde cabría resaltar el genial
“Helado de Queso de Tetilla con Membrillo”: inesperada sorpresa positiva.
Además pedimos una “Leche Frita con Helado de Lima”, la “Milhoja de Crema
Ligera de Limón y Naranja” y fuera de carta, y como no podía ser de otra
manera, unas torrijas con helado de vainilla.
“Helado de Queso de Tetilla con Membrillo” de Bodegas Campos
“Leche Frita con Helado de Lima”de Bodegas Campos
“Milhoja de Crema
Ligera de Limón y Naranja” de Bodegas Campos
"Torrija" de Bodegas Campos
Nuestra cena se completaba con
tres copas de cerveza, tres refrescos, una botella de agua, una copa de Rioja y
un café cortado. Junto con el servicio y pan tuvo un precio total de 193 euros.
El precio por persona se mueve en torno a los 25 a 35 euros, lo que lo sitúa en una
línea similar a la de otros restaurantes de este estilo y categoría en la
ciudad.
Así concluimos una cena de
balance francamente positivo en la que al alejarnos de sus salas, sus botas,
sus carteles y su ambiente, nos sentimos con la sensación de dejar atrás un
lugar con mucha historia y que disfruta merecidamente de ese halo de autentica
institución, en este caso, indisolublemente ligada a la ciudad de Córdoba.
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