Alhakén II, 5
Sin supersticiones. El 13 de abril de
2013 se iniciaba la andadura de un nuevo negocio para el número 1 de la
céntrica calle Málaga. Abría el pequeño CASA TOLLÍN, bar de vinos, de cervezas,
de sabores del norte y de buena compañía. Hablamos del proyecto de Miguel
Eguidazu Jordano, cocinero que se suma a esa tendencia creciente de chefs
propietarios que gana enteros en nuestra ciudad. Quizás su nombre sea menos conocido
frente a otros profesionales de la restauración cordobesa, aunque su paso como
jefe de cocina de La Fragua, bello espacio a la entrada de la Judería, ya le
hizo alcanzar el reconocimiento de la crítica especializada. Sin embargo, a
este lugar y su cocina probablemente le faltaron el grado de popularidad que
ahora si ha conseguido alcanzar con este proyecto personal.
Entrada de Casa Tollín de la calle Málaga
Efectivamente, Casa Tollín
rápidamente se convierte en un espacio atractivo al público. Un lugar reducido
en dimensiones que sin embargo se muestra elegante, cálido y con un cierto
encanto que lo llevan a ser punto de encuentro y tertulia entre grupos de amigos.
El espaldarazo definitivo le viene de la mano de la Guía Michelín, que lo
incluye como novedad en la categoría de “Bares de tapas” para Córdoba en su
edición de 2015. Desde finales de 2014 podía lucir ya el distintivo de la guía francesa
lo que se traduce en una mayor afluencia de turistas y visitantes de la ciudad que
atraídos por las recomendaciones de la guía se sumaban a la habitual clientela
cordobesa.
El público y la Michelín no se
equivocaban porque al encanto de la casa y del ambiente creado se sumaba una cocina
sobresaliente. Basada en un producto excelente, bien tratado y cuyo resultado final nos traslada en gran
medida al norte de nuestro país, al interior de éste y a sus costas cantábricas.
Los orígenes de Miguel Eguidazu salen a relucir de manera inequívoca con los
pescados, las verduras y sus montaditos a modo de pinchos.
Estética de Casa Tollín
Pese a la atracción que ejerce
últimamente el pequeño formato, Casa Tollín se quedaba pequeño – se nos quedaba
pequeño – y así nacía la nueva dirección de Alhakén II, algo más amplio y, lo
más importante, con mesas que permiten al comensal sentarse y disfrutar cómodamente
y de manera más tranquila de la cocina del Tollín. La estética no cambia y
sigue presente la ambientación portuaria donde destacan las fotografías de
pescadores. Igualmente presentes están el vino, la pizarra con los platos y una
pantalla de televisión que no deja de mostrar el resultado final de éstos.
Interior de Casa Tollín de la calle Alhakén
Barra de Casa Tollín de la calle Alhakén
Visitamos este nuevo local entre
semana, a la hora de la comida y sin reserva. No hay problema para encontrar
mesa, aunque hay una buena ocupación de clientes. En fin de semana será más
complicado. Tras tomarnos nota de la bebida, repasamos la carta. En la siguiente imagen podemos ver la pizarra
donde se muestran los platos que nos ofrece Casa Tollín:
Pizarra con los platos de Casa Tollín durante el pasado mes de agosto
Estos fueron los platos que
elegimos. Para empezar disfrutamos de una “Mazamorra de espárragos y manzana”.
Un plato que no aparecía entre los indicados en la pizarra antes mostrada y que,
acompañada de tomate confitado, anchoas y pasas, resultó fresca, cremosa y de
gran sabor. Sin duda una receta en alza en Córdoba a la que se une esta excelente
interpretación de Casa Tollín. Seguimos con una de esas preparaciones en
apariencia menos atractiva, pero que resulta todo un acierto. Nos referimos a
los “Puerros rellenos” que se preparan cocidos y se rellenan de anchoas, jamón
y tomate.
"Mazamorra de esparragos y manzana" de Casa Tollín
"Puerros rellenos" de Casa Tollín
Antes de llegar a los platos más contundentes, quisimos volver a
probar el montadito estrella de la casa: el “Capitán”. Ya lo conocíamos de una
visita anterior al Tollín de la calle Málaga donde quedamos sorprendidos de
este sensacional mini bocadillo de pan caliente que encierra bacalao en aceite
de oliva y torreznos.
Montadito "Capitán" de Casa Tollín
A continuación, seguimos con una de las preparaciones
mejor conseguidas del establecimiento: el “Tartar de atún rojo”. Éste se
acompaña de aguacate preparado a modo de guacamole y sésamo, y para untarlo
además nos sirven unas rebanadas de pan calentito. Ya hemos tenido la
oportunidad de probar otros ejemplos de esta receta en Córdoba y con muy buen
resultado, pero en este caso probablemente estemos ante el mejor tartar de atún
de toda la ciudad. Terminamos con una estupenda morcilla de arroz con pimientos asados.
"Tartar de atún rojo" de Casa Tollín
"Morcilla de arroz
y pimientos asados" de Casa Tollín
Pero para concluir realmente aún nos quedaba el postre.
Para ello nos decantamos por una tarta de manzana con helado de vainilla, nata
montada y confitura de arándanos. Recién hecha, fue sin duda el colofón
perfecto para una comida redonda.
"Tarta de manzana" de Casa Tollín
La cuenta por nuestra comida
supuso 46,2 euros e incluía, además todo lo comentado, una botella de agua
mineral, una caña, una copa de tinto y un café. Mencionar que la copa de tinto
correspondía al vino de la casa, un Rioja en botellas personalizadas especialmente
en sus etiquetas para Casa Tollín. El resto de la bodega cuenta con referencias
bastante conocidas, fundamentalmente Riojas y Riberas.
No queríamos dejar de mostraros
un par de platos más que tuvimos la oportunidad de degustar en una visita
anterior. Nos referimos a la “Ensaladilla Tollín” y otra referencia
fundamental, el “Tataki de atún rojo”. El nivel general de la cocina es muy
alto, aunque el tratamiento del atún es magnifico.
"Ensaladilla" y "Tataki de Casa Tollín
Se acababa así nuestro paso por Tollín.
Dejábamos la dirección de la calle Alhakén donde se encuentra el más joven de
los locales de esta enseña que conserva exactamente la misma calidad en cocina y
esencia en su ambiente, pero ganando ese espacio que el comensal también agradece.
Muy satisfechos con la experiencia, no nos olvidamos del local original, del
pequeño Tollín que por supuesto sigue plenamente activo y que es y seguirá
siendo lugar de visita imprescindible. Dos alternativas para un acierto seguro.
Escojamos la dirección que escojamos podremos decir, sin lugar a dudas, que
hemos llegado a buen puerto.
Casa Tollín en la calle Alhakén
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