Con la puesta en marcha el pasado año
de esta sección de “escapadas”, ya adelantábamos nuestra intención de completar
el contenido de ésta con la incorporación de reportajes temáticos dedicados a lugares
de indudable interés gastronómico. De este modo, a nuestros habituales
resúmenes semestrales añadimos recorridos como el que os ofrecemos hoy dedicado
a la Calle del Laurel en Logroño.
Son varias las localidades
españolas que cuentan con una zona que es foco de interés para los lugareños y
sus visitantes por su oferta gastronómica. Uno de esos ejemplos lo encontramos
en la capital riojana. De tamaño medio – unos 150000 habitantes –, esta
tranquila ciudad se mueve en torno a la actividad administrativa, al ser
capital de la comunidad, al sector comercial, los servicios y al turismo
cultural y gastronómico sobresaliendo el Camino de Santiago y el enoturismo respectivamente
como sus principales atractivos en este último sentido. Muy unido precisamente
al turismo del vino se encuentra ese foco al que antes aludíamos. Nos referimos
a “La Laurel”, zona de vinos y pinchos por excelencia de la ciudad.
Se encuentro dentro del centro
histórico y se trata de un conjunto de calles peatonales repletas de pequeños
bares: San Agustín, Albornoz y por su puesto la Travesía del Laurel y Calle del
Laurel que le dan el nombre. También recibe el nombre popular de “Senda de los
Elefantes” ante la posibilidad de acabar realmente “trompa” si intentamos tomar
un vino en cada uno de los bares. La misión en realidad sería imposible porque
hablamos de varias decenas de establecimientos.
La visita la podéis planificar
como queráis, aunque quizás lo más interesante es establecer una pequeña ruta
tomando un vinito mientras degustamos la especialidad culinaria de la casa.
Efectivamente, prácticamente todos responden al mismo esquema: nos ofrecerán
una copita de joven o crianza que tomaremos junto con el pincho por el que son
conocidos. A parte del vino que estén despachando en ese momento suelen
disponer de más variedad por si queremos probar alguna añada o bodega más concreta
y también muchos cuentan con una carta más amplia de pinchos.
Recorridos posibles hay muchos
dada la gran cantidad de establecimientos y lo más probable es que cambie sobre
la marcha atraídos por reclamo de los pinchos anunciados en uno u otro lugar.
Aquí os dejamos el nuestro.
Bar Sebas (Albornoz, 3)
Para empezar el Sebas donde probamos
el bacalao rebozado y su especialidad “La tortilla de patata”. Os preguntarán
si lo tortilla la queréis o no con picante. Nosotros dijimos que si y el
resultado fue positivo, aunque os aseguramos que el picante se deja sentir. En
total 4,8 euros por dos vinos y dos pinchos.
Bar Sebas - Logroño
Pinchos del Bar Sebas
Casa Pali (Laurel, 11)
Un par de crianzas acompañaron al
pincho estrella: “Crepe de solomillo y champiñón con pimiento verde y cebolla
caramelizada”. También probamos el “Corazón de hojaldre con carrillera”. Ambos
muy destacables. En total 6,5 euros por dos vinos y dos pinchos.
Casa Pali - Logroño
Pinchos de Casa Pali
Interior de Casa Pali
Torrecilla (Laurel,15)
De presencia algo más moderna que
el resto de bares, Torrecilla nos ofreció dos buenos pinchos. Por un lado la
“Mini-hamburguesa de pollo y ternera” y por otro el sensacional “Foie fresco a
la plancha”. Este último, absolutamente imprescindible en vuestro recorrido. Dos
vinos y los dos pinchos resultaron en 7,6 euros.
Bar Torrecilla - Logroño
Pinchos en el Bar Torrecilla
Donosti (Laurel, 13)
Aquí probamos su “Cojonudo”:
huevo de codorniz, chorizo y pimiento sobre una rebanada de pan. También
probamos el “Pimiento relleno de Txangurro” – recordad que el txangurro es como
se conoce en el País Vasco a la carne del centollo – y acompañamos todo un par de
vinos jovenes. En total 6,6 euros.
Bar Donosti - Logroño
Pinchos del Bar Donosti
Bar Jubera (Laurel, 3)
La especialidad, y prácticamente
único plato de la casa, son las “Patatas Bravas”. Sencillo, pero para nosotros
pasa por ser otro imprescindible. Dos vinos y plato de bravas por 4,7 euros.
Bar Jubera - Logroño
"Patatas bravas" del Bar Jubera
Llegados a este punto tocó descanso. Así que tomamos fuerzas para concluir nuestra ruta ya en horario nocturno.
Bar Ángel (Laurel, 12)
Empezamos la cena con otro lugar que
no debe faltar. La verdad es que no parecía que nos apetecieran champiñones,
pero este bar estaba repleto y había que saber porque. El secreto está en la
salsa de “Los champis”. Excelentes. Dos “Champis” y dos vinos por 4,2 euros.
Champiñones del Bar Ángel en Logroño
"Champis" del Bar Ángel
Pulpería La Universidad (Travesía
del Laurel, 9)
Más vino joven y el nombre lo
dice todo así que por su puesto pedimos una ración de “Pulpo a la Gallega”. Por
cierto, que el pulpo no paraba de salir. También pedimos unos buenos “Calamares
fritos”. Dos vinos, calamares y pulpo por 14,4 euros.
Pulpería la Universidad - Logroño
Interior de la Pulperia la Universidad
Raciones en la Pulpería la Universidad
Bodeguilla Los Rotos (San
Agustín, 8)
Y para terminar unos contundentes
“rotos”. Así se conoce en este lugar a su plato estrella: bollos de pan a los
que se deja huecos quitando la miga para a continuación rellenarlos con distintos
revueltos de huevos con patatas. En este caso probamos los de “Chistorra” y
“Pechuga de pollo”. Vino, refresco y dos de “rotos” por 7,9 euros.
Bodeguilla los Rotos - Logroño
"Rotos" de la Bodeguilla los Rotos
Exterior de la Bodeguilla los Rotos
Y hasta aquí llegamos. No había estómago para
más en esta zona imprescindible para los amantes del “tapeo” y el ambiente distendido.
Logroño cuenta también con otra zona cercana, de características similares y
que empieza a estar en auge. Nos referimos a la Calle San Juan, aunque ésta la
dejamos para una futura “escapada sibarita” aparte.
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