8 sept 2013

LA REGADERA DE ADRIÁN CABALLERO


NUEVA DIRECCIÓN

RONDA DE ISASA, 10


Cruz del Rastro, 2






En la confluencia de las calles Cardenal González y San Fernando, a muy pocos metros de la Cruz del Rastro, encontramos un restaurante cuyo nombre seguro que os llama la atención: REGADERA. Hablar de Regadera es hablar igualmente del proyecto personal de Adrián Caballero, su chef y propietario. Esta combinación de empresario y responsable de cocina es aún poco frecuente en Córdoba. Sin embargo los ejemplos existen y este artículo nos servirá precisamente para acercarnos a uno de ellos.

Adrián Caballero reúne formación académica – Escuela Superior de Gastronomía y Hostelería de Toledo – y experiencia fuera de Córdoba y también en nuestra ciudad destacando en este último caso su paso por Senzone, el restaurante del Hotel Palacio del Bailio – 5 estrellas – y por Bodegas Mezquita. Desde mediados de 2011 se embarca en su Regadera, proyecto en el lógicamente le toca arriesgar como emprendedor, pero en el que también puede encontrar plena libertad para crear y poner en práctica todos sus conocimientos.

El local esta muy bien situado, en un punto de gran tránsito de turistas entre la Mezquita-Catedral y la Plaza del Potro. Por cierto, que justo en la esquina contraria encontraréis otro conocido como es Garum 2.1. Desde fuera, paredes encaladas, grandes ventanas enrejadas y esos toquecitos de mobiliario y color que serán constantes en el interior. Tras subir un escaloncito, encontramos un establecimiento agradable que se aleja del tipismo imperante en la zona con plantas colgantes y detalles como esas regaderas que son el leitmotiv del restaurante. Nuestra impresión es que el conjunto adquiere un aire casi rural. A todo ello ayuda el blanco de paredes, techos y contraventanas, y esos toques de gris, rojo y sobre todo el recurrente verde esmeralda. El resultado es un local luminoso durante el día que se torna más íntimo durante las cenas. El local no es muy amplio pero da para crear dos ambientes. Nada más entrar el primero, con la barra al frente, cocina al fondo y unas mesas altas con taburetes a la izquierda, apropiado para picar algo con una copa de vino o una caña; a la derecha y pasando un arquito, nos encontramos el salón con apenas siete mesas.


El equipo de sala y cocina viste con camisas y chaquetillas de negro riguroso. Son jóvenes y de procedencias diversas lo que ayuda a atender a la abundante clientela foránea.

Entrando en lo culinario, decir que la carta no es extensa, con guiños a planos emblemáticos de Córdoba como el salmorejo y el rabo de toro, ofrecidos de manera original y con un toque personal. Pero sobre todo hay espacio para platos que ofrecen productos emblema como el cordero lechal, el cerdo ibérico, el pato, el cochinillo, el atún rojo o el aceite de oliva virgen extra. Y por su puesto se ve técnica e imaginación.

A continuación os dejamos la carta de platos que ofrece en la actualidad Regadera:

- Salmorejo y huevo
De corral roto con aceite de oliva virgen extra, acompañado de un sándwich con mantequilla de trufa y jamón ibérico

- Quesos “Regadera”
Selección especial de quesos con tostas y regañás

- Ensalada de foie
Con espárragos salteados y jamón ibérico con hojas tiernas, patata y vinagreta de mostaza y miel

- Ensalada de bacalao ahumado, espárrago y puerro
Puerros pochados, espárragos blancos y láminas de bacalao aliñadas con una vinagreta de aceituna negra, tomate y alcaparras

- Tartar de salmón, manzana verde y chalota
Con mojo de cilantro y salsa suave de lima

- Carpaccio de presa ibérica
Presa ibérica de bellota curada al pimentón, con lascas de parmesano, aceite y brotes de albahaca

- Croquetas cremosas
De puchero con jamón ibérico y pollo

- Puntalette de boletus y confit de pato
Elaborado como un risotto y cebollino picado

- Taquitos de bacalao en tempura
Con crema de cebolleta y aceite de pimentón

- Risotto de bacalao y vieiras
Callos de bacalao y carpaccio de vieira con mantequilla batida al azafrán

- Tartar de atún rojo
Con aguacate aliñado con aceite de sésamo, guindilla y salsa de soja con emulsión de wasabi

- Rabo de toro estofado
Al estilo tradicional, desmigado acompañado de espuma de patata trufada

- Presa ibérica pura de bellota asada
Con parmentier de boletus y salsa de ibérico

- Pierna de cordero lechal
Lacada con su jugo, puré de zanahoria y migas picantes con especias marroquíes

- Cochinillo confitado
Con su piel crujiente y milhojas de patata gratinada

- Postres caseros elaborados a diario. En esta ocasión disponían de:

Brownie de chocolate y helado
Zanahoria en almíbar con granizado de ron, helado de coco y espuma de chocolate blanco

Dispone también  de una interesante carta de vinos y cavas. Se echa de menos un mejor lugar de conservación – están a temperatura ambiente junto a la barra y cocina –, pero si nos gusta mucho la gran variedad de procedencias de que dispone y sobre todo que muchos de ellos se ofrecen por copas.

En nuestra última visita, en pareja, compartimos primero la Ensalada de bacalao ahumado y como segundos la Pierna de cordero lechal y un Risotto de gambas que sustituía al presente en carta. La ensalada bien, pero pecó de exceso de vinagre. Los segundos excelentes: la pierna de cordero bien hecha y con acompañamiento muy imaginativo; el risotto sencillamente nos encantó. Aún no hemos tenido oportunidad de probar el original de la carta, con callos de bacalao y vieiras, pero la alternativa con gambas y esa espuma resultado de la mantequilla de azafrán batida, nos acabó dejando un plato suave y pleno de sabor.

 Ensalada de bacalao ahumado, espárrago y puerro

 Pierna de cordero lechal lacada con su jugo, puré de zanahoria y migas picantes con especias marroquíes


 
 Risotto de gambas

De una anterior visita también destacaríamos el Cochinillo Confitado y la Presa ibérica asada. Para el postre nos decantamos por la Zanahoria en almíbar, granizado de ron, helado de coco y espuma de chocolate blanco pero nosotros nos quedamos con el postre de Fresas, helado de violetas, migas dulces de canela y natillas que en otra ocasión tuvimos oportunidad de probar. Para beber tomamos una caña, un tinto con limón y una copa de tinto. La cuenta ascendió a 52,4 euros.

 Postre de zanahoria en almíbar, granizado de ron, helado de coco y espuma de chocolate blanco

Los platos en general ofrecen mucho sabor, imaginación, presentaciones modernas y cuidadas. Las cantidades son en general abundantes, incluidos los postres y la relación calidad-precio es más que equilibrada – entrantes en torno a 10 euros, platos principales sobre los 14 o 15 euros, postres 5 euros –. A veces la atención en la sala se relaja un poco pero todo se suple con la amabilidad y el buen trato.

La verdad, nos gusta Regadera y parece que no somos los únicos ya que la clientela llena habitualmente el restaurante. Lo mejor es que tiene potencial para mejorar y que nos vamos con ganas de volver para conocer alguno de los platos que aún no hemos probado y futuras creaciones en las que seguro ya trabaja Adrián Caballero.

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