NUEVA DIRECCIÓN
MIRTO, 7 - LOCAL 2
A pesar de la expectación generada
por importantes nombres cordobeses de la cocina a raíz del anuncio de su regreso
a la primera línea y de sus futuros proyectos para la ciudad, no hay que perder
de vista a una serie de profesionales que con su trabajo vienen animando de
manera más tangible el sector de la restauración local en los últimos tiempos.
Entre estos últimos se encuentra sin duda la figura en torno a la cual
centramos el presente artículo: Periko Ortega.
Desde este blog ya nos habíamos
hecho eco de su buena labor en Fusión By Sojo y no nos olvidamos de su destacado
papel televisivo en “La Tapa Es Nuestra”, el programa de talentos culinarios de
Canal Sur emitido a principios de este mismo año. Precisamente durante el
programa conocíamos las intenciones futuras – ahora confirmadas – de Periko: poner
en marcha un negocio propio acompañado de su pareja.
Todo empezó en verano, cuando cerraba
su etapa como jefe de cocina de Fusion By Sojo – responsabilidad ahora en manos
de Daniel Pla – para seguidamente conocer que asumía la dirección del Club Gastronómico
de Mercado Victoria. En paralelo, daba los primeros pasos de su nuevo y
anhelado proyecto: ReComiendo - FOOD & WINES. La inauguración de este
último, finalmente, tenía lugar en la noche del 4 de septiembre pasado.
Por supuesto la visita era
obligada para comprobar cual era la propuesta ideada por Periko Ortega, así que
realizamos una reserva previa y hasta allí nos dirigimos para cenar. Según nos
comentaron, se trataba de la última mesa disponible para la noche en cuestión,
así que, tras lo visto, resulta absolutamente recomendable reservar,
especialmente en fines de semana y días festivos, si queremos evitar
encontrarnos sin sitio disponible.
Interior del restaurante ReComiendo
El restaurante se encuentra en la
calle Alcalá Zamora, en el popular barrio de Valdeolleros situado en la zona
norte de la ciudad. No sólo esta lejos del centro de la ciudad y del área de
influencia turística, también son escasísimos los establecimientos y comercios
de esta calle a pesar de su cercanía con la conocida Glorieta de Cruz de Juárez.
No es un lugar de paso y por tanto no es un restaurante que encuentres de forma
casual. Juega con este hándicap por su localización, aunque a su favor están
los seguidores de este cocinero cordobés – ya lo consideramos de la tierra – y su
vocación de atraer y fidelizar nueva clientela con su buen hacer.
Llegados al lugar, desde fuera
empiezas a intuir lo que después encontraremos dentro. Tras dejar a la derecha
una pequeña barra, descubrimos un lugar luminoso de ambiente elegante y acogedor.
Muros en blanco impoluto se imponen ante la presencia de cualquier elemento
decorativo con excepción del piano negro que ocupa una de las esquinas. La nota
de color lo ponen el suelo en madera y sobre todo la tapicería de las sillas de
estilo afrancesado que rodean grandes mesas vestidas con mantelería también en
blanco. Éstas apenas son seis o siete ocupando un espacio limitado en el que sin
embargo encuentras una total sensación de amplitud.
Nos recibirá en la entrada y nos
acompañará hasta nuestro sitio Carmen Mesa, pareja de nuestro chef
protagonista, quien dirige el equipo de sala. Lo conforman cuatro personas si incluimos
al propio Periko Ortega que ejerce por momentos de maestro de ceremonias
presentando con entusiasmo sus platos por las diferentes mesas.
Una vez acomodados, ojeamos la carta y conocemos las sugerencias del día para finalmente decidirnos por la que quizás sea la mejor opción en una primera visita: el menú degustación "Perikadas". Recordemos que el término "perikadas" lo escuchamos por primera vez en palabras del chef sevillano Antonio Bort, compañero televisivo y a la postre ganador del concurso antes mencionado, para calificar las invenciones culinarias de Periko Ortega.
Una vez acomodados, ojeamos la carta y conocemos las sugerencias del día para finalmente decidirnos por la que quizás sea la mejor opción en una primera visita: el menú degustación "Perikadas". Recordemos que el término "perikadas" lo escuchamos por primera vez en palabras del chef sevillano Antonio Bort, compañero televisivo y a la postre ganador del concurso antes mencionado, para calificar las invenciones culinarias de Periko Ortega.
Servicio de cubierto de ReComiendo
El menú, al más puro estilo de
nuestro protagonista, nos invita a disfrutar de un juego culinario que había
comenzado nada más sentarte, antes incluso de que te ofrezcan la carta. La
tarjeta que esta sobre tu servilleta es un trampantojo: es comestible y esta
hecha en pan de ángel. Es cierto, te hemos desvelado el secreto, pero ahora que
conoces el truco tú también podrás impresionar a tus acompañantes. Y seguro que
en el futuro habrá nuevas ocurrencias con las que sorprendernos.
Antes de entrar en detalle, no
queremos dejar pasar esa vajilla usada para algunos de los platos. Como veréis
resulta de lo más “vintage” tratándose de platos y vasos de Duralex.
Snack del menú Perikadas
Pero vamos con el menú
propiamente dicho que comienza con un snack de mousse de chorizo que se sirve
en una pequeña sartén que se acompaña de unas chips de patata y plátano
servidas en un cartucho de papel de estraza con las que se puede “dipear”.
Pera y fino
A continuación, sobre hielo
picado encontramos pera impregnada con cardamomo y acompañada de fino, no en
copa, en cuentagotas. Bocado curioso y como poco refrescante.
Presa ibérica y tosta con salsa
Y más curiosidades. Sobre un “mini
tendedero” encontramos una finísima presa ibérica que deberemos depositar sobre
una tosta que lleva algunas gotas de una salsa – receta peruana según nos dicen
– y germinados.
Filipinos para continuar
El juego continúa con unos filipinos que no son lo que parecen. De nuevo resulta ser un trampantojo ya que están hechos a base de foie recubierto de chocolate amargo y por otro lado queso de Zhueros.
Parmentier de cocido
Seguidamente algo bastante consistente.
Un parmentier de cocido con huevo pochado y unos torreznos. El parmentier
siempre tiene como base la patata, pero por encima de todo sobresale su sabor a
cocido como se hace por estas tierras, como han preparado siempre nuestras
madres. Gran sabor y grandes recuerdos.
Tataki de atún
Toques orientales en el siguiente
plato: un atún en tataki – piezas marinadas y fileteadas que se apilan – con
alga wakame y alioli de tinta de calamar. Sensacional y jugoso el atún. Y
también sensacional el alioli, poco vistoso quizás, del que únicamente echamos en falta más
cantidad para mojar pan.
Risotto "en movimiento"
Efectos visuales, fusión de
culturas y pleno sabor a mar en el siguiente plato: risotto en movimiento con
pulpo a la brasa. El efecto visual, y el sabor a mar también, lo ponen las finísimas
láminas de bonito seco, el conocido “katsuobushi” japonés – base del caldo
dashi, tan fundamental en la gastronomía nipona – que se mueve con el calor que
desprende el risotto. Si los efectos especiales impresionan, no se queda atrás
el arroz y el pulpo. Plato para enmarcar.
Mogote confitado
Y para terminar, la carne: mogote
– cabezada de lomo de cerdo – confitado sobre crema de boniato y pimiento de
padrón de huerto ecológico. Existe un gusto especial por los confitados en la
cocina de Periko Ortega y la verdad es que lo clava: una carne suave que se
deshace y de excelente sabor.
Postre del menú Perikadas - sólo nos faltó la foto de la "leche con galletas" -
A estas alturas os aseguramos que
te sientes bastante lleno, pero merece hacer un hueco para el postre. Doble
postre por cierto. En primer lugar helado, y la verdad es que apetece algo frío,
con sabores a fresa y chucherías - piruleta, chicle, peta zetas – que no es
sino un viaje a tiempos jóvenes. Y no acaba aquí el viaje ya que el segundo
postre es una "leche con galletas". Aunque con texturas algo diferentes, no pierde la
sencillez y sigue apeteciendo como siempre.
En resumen, una puesta en escena
que no rehuye de los fuegos de artificio. Al contrario, nos invita a participar
de ellos al mismo tiempo que disfrutamos de lo esencial en una comida: buena
preparación, producto de calidad y gran sabor.
La cuenta ascendió a 76,3 euros
incluyendo el servicio de mesa para dos, una botella de agua de 1/3, un café y una
botella de vino - tinto Luna de Beberide de la D.O. Bierzo -. En este capítulo,
no queremos dejar de resaltar el precio del menú degustación ya que hablamos de
28 euros por persona. Sencillamente excelente y muy competitivo para lo que
suele ser lo habitual.
Ya que hemos mencionado nuestra
elección en cuanto al vino, decir que ReComiendo, como indica su sobrenombre,
es comida, pero también es vino. Periko Ortega ejerce igualmente de responsable
de la selección de vinos del restaurante y apuesta por una carta absolutamente diversificada
en variedades y regiones de procedencia. Rápidamente comprobamos que se trata
de vinos muy actuales como actual resulta la carta donde los presenta
ReComiendo: en una tableta. Este dispositivo no sólo nos ofrece un listado de
los vinos y sus precios sino que al mismo tiempo nos permite ampliar información
de éstos. Pero por encima de todo, nosotros queremos destacar como muy novedoso
la oferta de vinos por copas que comprende casi la totalidad de la carta.
Carta de vinos de ReComiendo
El menú degustación que os hemos
descrito pretende ser dinámico, es decir, que cambiará de manera frecuente
invitando así a regresar para conocer nuevos platos. La carta también será de
temporada y precisamente ha sido renovada hace muy pocos días. Aquí la tenéis:
Las migas como las hacia mi
abuelo, ibérico glaseado y yema trufada.
Turrón de foie, gelatina de fino
y oro.
Steak tartar de solomillo de
ternera, caviar de mostaza y patatas crujientes.
Ensalada de queso de verdad,
yogur de oveja, filamentos de miel y frutos secos.
Las bravas “my way”.
Las croquetas de pollo asado, su
salsa y patatas.
Bacalao confitado, pimientos
asados y setas indómitas.
Corvina asada con fideua negra.
Risotto en movimiento, queso by
Juan Naranjo y pulpo asado.
Tempurataki de atún y ensalada de
wakame.
Este es nuestro cochifrito: mayo
especiada, parmentier y padrones.
Vaca y pollo: carrillada
confitada eternamente, cebolla encurtida en AOVE, jugo de ave y oloroso.
Foie asado, Castañas y Trufa.
Presa Ibérica Café de París: pura
de bellota homenaje a mis inicios.
Leche con galletas: nuestra
versión del desayuno más vintage.
Coulant fluido de chocolate y
avellanas, helado de mango y piña.
Queremos turrón, turrón, turrón
en crema, gelee de anís y helado de vainilla.
Postre a mesa y mantel (para mesa
completa)
A esto debemos unir las
sugerencias del día, según mercado y temporada, y por su supuesto el Menú
Perikadas (10 pases).
Un ron miel, gentileza de la
casa, sirve como cierre para una cena en la que tuvimos la oportunidad de
conversar unos instantes con el propio Periko Ortega. Nos confirmaba que había
concluido su colaboración con el Mercado Victoria al mismo tiempo que acababa
de asumir la dirección gastronómica de Estación Restaurant en Avenida de
América s/n – edificio de la antigua estación de trenes de Córdoba –. Pero por
encima de todo nos hablaba con ilusión de ReComiendo, un proyecto familiar
donde tiene la oportunidad de mostrar plenamente su forma de entender la
cocina: innovación, técnica, fusión, enfoque al producto y toques de diversión
en la mesa. Para nosotros supone aire fresco y una sorpresa de autentica
calidad que enriquece aún más la oferta en Córdoba. No lo dudamos y
merecidamente obtiene nuestra calificación de revelación del año.
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