¿Tuvisteis la oportunidad de
conocer alguno de los lugares de nuestro primer bloque de “escapadas
sibaritas”? Ya sabéis, la sección que arrancamos en abril pasado donde
pretendemos acercaros de manera resumida nuestras propuestas gastronómicas más
allá del ámbito cordobés. Pues aquí llega nuestro segundo resumen anual con un
puñado de nuevas e interesantes opciones, en este caso correspondientes a
nuestras escapadas del primer semestre del presente año.
El Poleo
Patones de Arriba – (Madrid)
Ya comentamos en el primer
artículo de esta sección que de algún modo intentaremos que Córdoba este
presente en estos recorridos culinarios. Y nuestro primer punto de visita cumple
esa premisa. Nos referimos al restaurante El Poleo, quizás la referencia más
importante de la localidad madrileña de Patones de Arriba, cuyo responsable es
el cocinero cordobés, de Castro del Río para más señas, Paco Bello. El
restaurante forma parte de un conjunto de espacios para el disfrute del
alojamiento y la gastronomía junto con el Hotel El Tiempo Perdido y el
restaurante El Jardín del Poleo. Conviene aclarar en este punto que El Poleo y
El Jardín del Poleo son dos restaurantes independientes, ocupando edificios
distintos y con propuestas de cocina diferentes.
Y hablando de la cocina de El
Poleo, éste nos ofrece un menú por 25 euros – con varios primeros y segundos a
elegir –, aunque por su puesto también se puede comer a la carta. Dicha carta,
no especialmente extensa, destaca principalmente por sus platos contundentes y
con recetas basadas en la cocina tradicional donde son habituales productos
como los huevos de corral, las verduras, el foie, los boletus y especialmente
las carnes que pueden ir desde el cordero a la pularda o desde la ternera al
cochinillo. No faltan los platos con impronta cordobesa como pueden ser el
cordero a la miel o el rabo de toro estofado y deshuesado.
Pierna de cordero lechal asada de El Poleo
Por último, comentaros que el
interior del restaurante refleja un aire rústico al mismo tiempo que elegante y
confortable, mientras que en el exterior sobresale la pizarra negra, distintivo
arquitectónico fundamental de esta bella localidad de la Sierra Norte de Madrid
que es Patones de Arriba.
Como curiosidad, os dejamos el
enlace a un video con la participación de Paco Bello como invitado durante la
segunda temporada del programa de Televisión Española “MasterChef”:
El Callejón
Albacete capital
Y de la Sierra Norte de Madrid
viajamos a la capital albaceteña. Ya hemos hablado en alguna ocasión de
aquellos restaurantes que pueden calificarse como emblemáticos de un lugar.
Elevados casi a la categoría de monumento, en este caso gastronómico, son
establecimientos de visita habitual entre propios y extraños del lugar. En esta
clasificación podemos encuadrar nuestro siguiente punto de visita: El Callejón
o El Callejón de los Gatos como también se le conoce.
El restaurante, en la zona centro,
ocupa un edificio de estética típica manchega a pesar de estar rodeado por
bloques de pisos y construcciones modernas. En su interior mantiene ese
tipismo, pero acrecentado por la ambientación taurina. Los distintos salones
con los que cuenta están repletos de carteles de corridas, imágenes de toreros,
trajes de luces y toda clase de objetos relacionados con el mundo del toreo. A
todo ello habría que sumar un buen número de fotografías de famosos de la
política, la cultura y el espectáculo que han degustado la cocina del
restaurante. Hablamos de una cocina tradicional que incluye arroces y guisos,
grandes pescados y carnes, mariscos, quesos y embutidos, además de alguna
receta de corte algo más innovador. No faltan, por supuesto, algunos platos de
la cocina manchega y también es más que interesante su bodega.
Sin alcanzar el nivel de
atractivo turístico que ofrecen otras capitales manchegas como Toledo, Cuenca e
incluso Guadalajara, Albacete merece ser visitada para pasear entre algunos
edificios de cierto interés arquitectónico, vivir su bulliciosa actividad
comercial y disfrutar de sus áreas de ocio. No hay que dejar pasar la Feria de
Albacete, siempre entre el 7 y 17 de septiembre, que incluye su feria taurina,
muy celebrada entre los aficionados. Y para completar la visita, una opción
francamente acertada sería comer en el restaurante El Callejón. No es la única opción
gastronómica de interés en Albacete, por lo que en el futuro seguro regresamos
en una nueva escapada.
Estofado de rabo de buey de El Callejón
L’Albufera
Madrid capital
Volvemos de nuevo a la comunidad
de Madrid y más concretamente a la capital. Una de las opciones de alojamiento
es el imponente hotel Meliá Castilla. Un 5 Estrellas de aspecto algo anticuado,
al menos eso transmite su imagen exterior, con un número cercano a las mil
habitaciones y cuya situación, cercana al Palacio de Congresos, los juzgados de
Plaza Castilla y al eje financiero del Paseo de la Castellana, lo convierte en
un hotel frecuentado por gente de negocios, profesionales de diversos ámbitos y
congresistas. También equipos de fútbol se hospedan por su cercanía al Santiago
Bernabéu. En cualquier caso, nosotros nos detenemos en uno de los restaurantes
del hotel que puede visitarse independientemente de si estamos alojados o no.
Se trata de L’Albufera,
restaurante al que se puede acceder a través de una entrada completamente
independiente del hotel desde la calle Capitán Haya número 45 – la entrada al
hotel está en el 43 –. Tras bajar varios tramos de escaleras llegamos al
restaurante que impresiona por la amplitud y su decoración clásica y elegante.
El espacio lo conforman un salón en varias alturas y una terraza cubierta sin
separación entre ambos. Atiende personal veterano y profesional para ofrecernos
una carta de platos de la cocina española y mediterránea, aunque el motivo
fundamental para sentarnos a una de las mesas de este restaurante son sus
arroces que suman un buen número entre secos y melosos. Por encima de todo, se
trata de arroces bien ejecutados, de grano suelto y con gran sabor. Las paellas
se deben pedir para un mínimo de dos comensales y la cantidad os aseguramos que
es más que abundante. Cuenta con una bodega diversificada y con referencias de
interés.
Paella L’Albufera con bogavante y sepia
Edemecum
Toledo capital
Y para terminar, regresamos de
nuevo a La Mancha y nos vamos a la capital de la comunidad, Toledo. La verdad
es que no necesita demasiadas presentaciones: ciudad Patrimonio de la Humanidad,
con un impresionante pasado histórico y una enorme riqueza cultural y
monumental. En definitiva, visita obligada que lógicamente debe incluir un
restaurante en el itinerario. Enorme es la cantidad de establecimientos dentro
del casco antiguo, con unas cuantas referencias ciertamente aclamadas. Nosotros
sin embargo nos dirigimos hasta Edemecum, restaurante que pasa algo
desapercibido, pero que nos parece una opción muy recomendable a un precio
equilibrado.
Se encuentra en la zona norte del
área monumental y tras acceder atravesando su fachada de ladrillo, se
comprobará que son muy poquitas las mesas con las que cuenta. A modo de pequeño
y antiguo mesón, lo que sobresale es la cocina casera, honesta y de
presentaciones sencillas. La carta no es muy extensa, sobresaliendo los
productos de caza y recetas de la tierra. No podemos dejar de decir, por lo que
nos toca, que cuentan con un salmorejo cordobés y con jamón ibérico de los
Pedroches, pero por encima de todo no hay que dejar de probar las migas manchegas
y el pisto manchego.
Migas manchegas de Edemecum
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