7 abr 2013

BAR MIGUELITO: BUEN HACER AL OTRO LADO DEL RIO

Acera Pintada, 8
 


Atravesando el Puente Romano o Viejo, como gusten en llamar, y caminando apenas unas decenas de metros a la espalda de la Torre de la Calahorra, nos encontramos con uno de esos espacios culinarios con solera: el Bar Miguelito.

Estamos en el barrio del Campo de la Verdad, en la orilla sur del Guadalquivir. En este lado del río la vida es más tranquila ya que nos encontramos fuera del área más turística y comercial de la ciudad. Conviven gentes de distintas generaciones y son fundamentalmente trabajadoras. Es de esas zonas de una ciudad a donde, como se suele decir, se vuelve pero a donde no se va.

A pesar de este hándicap, el sur de la ciudad de Córdoba nos ha dejado alguna que otra joyita gastronómica. Así recordamos el Restaurante Tempura que nacía en Acera de Granada nº 2, muy cerquita del lugar de nuestra visita de hoy, y donde se hacía cocina moderna de la mano de su jefe de cocina y propietario, Antonio López. Precisamente en esta ubicación llegó a conseguir un Sol de la Guía Repsol del 2011, aunque este acabó luciéndolo en el más elitista Barrio del Brillante y concretamente en la calle Teruel nº 21, tras su traslado y cambio de nombre para pasar a ser el actual Restaurante Gastrobar El Envero. Otro lugar de calidad era el Restaurante Costa Sur – anteriormente Bar Crismona – perteneciente al Grupo de Restaurantes Marisquerías Cordobesas de Alberto Rosales. Se encontraba en calle Huelva, 17, detrás del ambulatorio del Sector Sur, y decimos que se encontraba pues acaba de cerrar en fechas recientes.

Así pues, y con este panorama, el Bar Miguelito es lo mejor que queda a este lado del río, al menos en nuestra modesta opinión. Y no es que su existencia no este exenta de riesgos, cosa que decimos porque diversos planes urbanísticos, para cambiar la fisonomía en el entorno de la Torre de la Calahorra, ya han amenazado el negocio con la expropiación. A pesar de todo aún podemos disfrutar de este lugar, y esperemos que sea por mucho tiempo, cuyo origen parece que hay que buscarlo en los primeros años cuarenta en un bar cuyo primitivo propietario bautizó con el nombre de su hijo. Así nos lo cuenta Manuel Cobos en esa joya literaria que es “Historia de la Hostelería de Córdoba”. Posteriormente, en 1945, Francisco Cano y su mujer Catalina Sánchez, que llevaban algún tiempo en la capital pero que provenían de Castro del Río, se quedan con el bar y nace la casa que hoy conocemos. Por cierto que la popularidad de su nombre de origen y las trabas burocráticas, hicieron que “Miguelito” quedara como su nombre para siempre.

Al frente se encuentra en la actualidad la tercera generación, con Francisco Cano a la cabeza de un equipo que nos ofrece platos populares de la cocina española, andaluza y cordobesa. Aunque hay variedad, el pescado y más concretamente la fritura destacan sobremanera. Su buque insignia es su popular surtido de pescado variado, llamado “Miguelito”. Nos quedamos también con el excelente mero rebozado, de gran sabor y muy jugoso, y sus calamares y las patitas de éstos, bien preparados, limpios y más finos que las típicas anillas de calamar o que los “rejos de pota” muy populares por ejemplo en Madrid. El “Buchón”, una especie de flamenquín de pescado, y el “Escocío”, merluza o pescada aliñada, son también muy populares.

Más allá del pescado también son destacables los revueltos, su flamenquín y salmorejo o los platos de casquería, pero por encima de todo nos quedamos con el jabalí adobado: la mezcla de aceite y salsita del adobo es realmente sobresaliente. También cuenta con algunos postres caseros por los que merece preguntarse.

Para que valoréis todo lo que ofrece Bar Miguelito en la actualidad os mostramos la carta completa:

Carta (servidos en su mayoría como raciones y algunos en medias raciones)

- Entrantes

Huevas a la Vinagreta
Salpicón de Marisco
Salmorejo Cordobés
Queso Puro de oveja
Picadillo de Bonito
Ensaladilla Rusa
Ensalada de la Casa

- Revueltos

Revuelto de la Casa
Revuelto de Patata y Jamón
Revuelto de Sesos
Revuelto de Habitas Baby
Revuelto de de Trigueros
Revuelto de Gambas, Trigueros y Salmón

- Carnes

Flamenquín de Jamón
Riñones a la Plancha
Croquetas Caseras
Callos a la Cordobesa
Sesos Rebozados
Lagartillo Mechado
Solomillo a la Plancha
Manitas de Cerdo
Riñones a la Broche
Riñones al Jerez
Pinchito Moruno
Jabalí en adobo
Lomo de Orza
Cinta de lomo a la plancha
Chuleta de Ternera
Rabo de Toro

- Pescados

Miguelito - surtido de pescado -
Buchón de Merluza
Bacalao a la Castreña
Mero Rebozado
Gambas Fritas
Gambas al Ajillo
Patitas de Calamar
Pijotas Fritas
Calamar a la Plancha
Rosada a la Plancha
Pez Espada Plancha
Pinchito de Gambas
Cazón en Adobo
Escocío
Gambas Cocidas
Calamares Fritos
Boquerones Fritos
Almejas Salteadas
Pulpo a la Gallega

En nuestra última visita, donde nos reunimos cinco personas, nos decantamos por un “Miguelito”, un revuelto de gambas, trigueros y salmón, una ración de jabalí en adobo, un flamenquín y unas croquetas caseras. Finalizamos con dos postres caseros - flan de café y flan de chocolate - y tres cafés. A esto hay que sumar dos cervezas, tres refrescos y el servicio de pan y palillos. El precio apenas superó los 50 euros y es que la media de gasto habitual gira en torno a los 15 euros por persona. Con cantidades equilibradas cuando no abundantes, os aseguramos que la relación calidad-precio es muy buena.

A pesar de lo degradado del entorno y de los riesgos antes citados, hemos comprobado también que el establecimiento se ha embarcado en una renovación de su aspecto interior cambiando el mobiliario de su salón. Sin duda ha ganado éste en funcionalidad y luminosidad con un toque algo más moderno. Comentar que además del mencionado salón, también dispone de terraza en el exterior, acondicionada para su uso más allá del verano, lo que permite dar un desahogo al espacio que en ciertos momentos quedaría pequeño, especialmente en fines de semana y fiestas.

Sobre la clientela no hemos hablado pero cabe decir que se trata de un establecimiento mayoritariamente frecuentado por los propios vecinos y cordobeses en general, atraídos por sus platos y precios ajustados, aunque su cercanía al casco antiguo también atrae cada vez más a turistas foráneos.

En conclusión un lugar ideal para comidas o cenas informales, donde compartir raciones y platos en un ambiente popular y distendido, con ese punto de calidad en su cocina y algunos platos propios que distingue al Bar Miguelito de entre otros muchos lugares de Córdoba con una carta similar.

2 comentarios:

  1. El sábado estuve allí, la comida genial, pero el trato que nos dio uno de los camareros fue pésimo. No volveré a ir ni a recomendar, y es una pena xk la comida es muy buena, pero hay k ser agradable con el público.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu aportación. Nos alegramos de que te gustara la comida en lo que sin duda coincidimos. Respecto al trato que recibistéis, quizás quien te atendió tuvo un mal día. Nosotros por el momento no hemos sufrido hasta ahora esa circunstancia. En cualquier caso, la experiencia personal es lo que más cuenta y como cliente lo más lógico es reclamar un trato amable: todo suma cuando acudes a un restaurante.

    ResponderEliminar