20 mar 2012

VISITAMOS CASA MAZAL: COCINA SEFARDI Y ANDALUSI

C/ Tomás Conde, 3

























Iniciamos una nueva sección dedicada a espacios que vamos a denominar, desde el punto de vista de la cocina que elaboran, “temáticos”. Temáticos realmente son todos pero pretendemos separar aquí todo lo que se salga de la cocina tradicional presente en bares, tabernas y restaurantes cordobeses como es la combinación de platos de la cocina española, andaluza y por su puesto cordobesa. No es Córdoba ciudad acostumbrada a acoger espacios que se salgan  de ese estilo tradicional pero existen, están ahí y merece la pena detenernos en los más destacados.

En esta primera aproximación nos detenemos en el RESTAURANTE CASA MAZAL, un más que interesante espacio enclavado en las estrechas calles de la Judería cordobesa. Se trata de un restaurante especializado en cocina sefardí y andalusí.

Llegamos al restaurante a través de un callejón que parte de la Calle Tomás Conde y que conduce directamente a la puerta de entrada. Nada más atravesarla accedemos a un patio que da a su vez acceso al resto de espacios. Dispone de dos pequeños salones para los comensales: uno directamente a la altura del patio y otro en la planta superior al que se llega a través de una escalera también accesible desde el patio. Ambas estancias tienen un cierto aire antiguo a la vez que moderno, combinando la piedra y paredes pintadas en colores vivos: tonos naranjados en el de abajo y verdosos en el de arriba. De las paredes también cuelgan vistosos cuadros y de los techos algunas lámparas de estilo árabe.

En nuestro caso entramos al salón que esta a la altura del patio. El ambiente es muy tranquilo a lo que contribuye también la música de estilo oriental, sefardí y andalusí, que se puede escuchar de fondo. Al principio no están ocupadas muchas mesas aunque finalmente llegó a llenarse, aunque sin perder en ningún momento ese ambiente calmado. Y la impresión es que los comensales son en su mayoría turistas, quizás atraídos por la posibilidad de acercarse algo más al ambiente y tradiciones de las antiguas culturas que en su tiempo habitaron la ciudad de Córdoba.

Entrando en materia culinaria, lo cierto es que la carta nos propone un conjunto de platos en los que se mezclan la tradición culinaria sefardí y andalusí. Sin duda encontraremos referencias en las actuales cocinas del Mediterráneo más oriental: judía, árabe, siria, turca e incluso griega. También podemos encontrar en la carta algunos toques autóctonos y guiños a productos típicamente cordobeses.

Entre las materias primas destacan principalmente las verduras destacando las berenjenas, las habas o las alcachofas por ejemplo, y también legumbres como los garbanzos y lentejas. No encontraréis, tomates, pimientos o patatas de procedencia americana y por tanto sin sentido en la tradición sefardí o andalusí. En cuanto a las carnes es fundamental, tanto para judíos como musulmanes, el cordero. Aunque también encontraremos las aves, especialmente el pollo, y por otro lado la ternera. En cuanto a pescados pueden ser blancos o azules y de agua dulce o salada pero nunca mariscos. Por último otro de los ingredientes fundamentales serán las especias. De especial importancia en la cocina andalusí serían por ejemplo el jengibre, la canela, el comino o el azafrán.

A continuación hacemos un repaso de la carta que actualmente ofrece Casa Mazal:

Aperitivos:

-         Falafel (tapa o plato)
-         Berenjenas a la Miel y Amapola (tapa o plato)
-         Humus de Garbanzos (tapa)
-         Paté de Berenjenas (tapa)
-         Tabla de Quesos de la Sierra Cordobesa (tapa o plato)

La Huerta:

-         Crema de Calabaza con Queso a la Ceniza
-         Crema de Habas al Comino
-         Alcauciles Confitados al Pimentón
-         Yaprakis de Verduras
-         Anginara (guiso de habas y alcachofas)
-         Insalata de Salónica con Queso Feta
-         Ensalada de Rúcula y Espárragos Verdes
-         Arroz con Berenjenas
-         Majadra (ensalada siria de lentejas y arroz)
-         Arroz Caldoso con Frutos de la Sierra (setas y espárragos)
-         Alboronía de Calabacín
-         Saltaeado de Verduras a la Crema de Boniato
-         Cazuela de Setas de Temporada
El mar:

-         Albóndigas de Pishkado al Limón
-         Bacalao a la Canela y Corteza de Limón
-         Brocheta a la Tangerina
-         Cazuelita de Pescado con Uvas
-         Cuscús de Pishkado a la Tunecina
-         Dorada al Hinojo

La granja:

-         Cuscús de Cordero
-         Pollo a la Miel con Dátiles y Pasas
-         Pollo en Salsa Kaila (hierbas y especias un poco picantes)
-         Guiso de Ternera al Jengibre
-         Seniyeh (pastel de cordero)

En nuestro caso, y para cuatro personas, pedimos como entradas dos tapas, una de humus y otra de paté de berenjenas, y un plato de falafel. A continuación cuatro platos principales: dos platos de Pollo en Salsa Kaila, un plato de bacalao a la canela y corteza de limón y un plato de albóndigas de pescado. Finalmente cuatro postres: dos brownies (una licencia de la carta alejada de la temática culinaria del restaurante y en la que caimos), un yogur de castañas y un flan de calabaza. Además cuatro bebidas – una cerveza, un refresco, un zumo y una copa de vino – y cuatro servicios de pan. El precio fue de 95,40 euros.

En la parte positiva destacan las materias primas y preparación de los platos. También es importante destacar la atención del personal que nos atendió. Los precios son bastante ajustados estando en torno a los 10 o 12 euros de media. Las raciones no son especialmente abundantes pero si al menos suficientes aunque en nuestra visita, y a decir de todos, quedó escaso el plato de falafel.


En resumen, una visita que merece la pena y que resulta ser una excelente oportunidad de acercarnos de manera bastante aproximada a la cocina de nuestros antepasados.

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