Sin duda Córdoba es una de esas
ciudades de ambiente clásico en casi todos los sentidos. Quizás no pueda ser de
otra manera tratándose de un lugar con más de dos milenios de historia, que se
dice pronto. Lo cierto es que la ciudad vive en gran medida de ese pasado de
culturas y del legado que dejaron. Pero estamos en el siglo XXI y la ciudad
debe mirar también a lo contemporáneo y al futuro, por supuesto sin olvidar y
cuidar el legado de su pasado.
En el mundo gastronómico la
ciudad también se ha forjado un cierto halo castizo con sus tabernas y
restaurantes. Nada que objetar por supuesto. Su estética, ambiente y
gastronomía son parte de la imagen de la ciudad y nunca se deberían perder.
Estén seguros, no se perderán y desde este humilde espacio de opinión e
información gastronómica en la red apostaremos por ello. Pero como en cualquier otra materia también
debemos mirar a lo actual. Y la verdad es que Córdoba lleva ya algún tiempo
dándonos alegrías con espacios de corte más vanguardista. Uno de esos espacios
es Garum
2.1 – bistronomic tapas bar. El nombre ya apunta maneras y nos pone
en antecedentes de que esto es algo distinto a lo tradicional, si bien
curiosamente no se puede enclavar en lugar más castizo en la ciudad, la calle
San Fernando o calle La Feria como todos los cordobeses la conocen. El
establecimiento, justo en la esquina con la calle Corregidor Luis de la Cerda,
no es especialmente amplio pero sus propietarios han sabido aprovechar el
espacio. Se distribuye en dos plantas y en el exterior encontraremos algunas
mesas, justo en la acera de Corregidor Luis de la Cerda. Nada más entrar
encontraremos un espacio luminoso, con un barra a la derecha y una escalera de
peldaños transparentes a la izquierda que conducen a la planta superior. Las
mesas se distribuyen al fondo de la planta baja y por toda la planta superior. En
su decoración y mobiliario combina tonos blancos, negros, morados, naranjas junto
con la piedra restaurada de uno de sus testeros. Como podéis comprobar la
decoración se sale de lo tradicional. Para cuando lo visitamos, justo en la
cena de primero de enero, día de Año Nuevo, el local estaba prácticamente lleno.
Conseguimos mesa sin reserva pero en fines de semana y días festivos parece que
reservar es lo más conveniente para no llevarnos sorpresas. El ambiente y el
nivel de ruido es perfecto: puedes hablar en tono normal y no molesta el ruido
de fondo. La clientela parece de mediana edad en general. Muchas de las mesas
parecen ocuparlas visitantes de la ciudad, tanto nacionales como foráneos. El
trato del personal, de uniforme en color negro, es amable. No todo es perfecto:
la carta resulta algo caótica en la forma en que se encuentra organizada. En
general, tapas y raciones, frías y calientes, que combinan productos de la
cocina tradicional española, andaluza y cordobesa con presentaciones y toques
modernos.
Os mostramos que podemos
encontrar actualmente en su carta (Carta Otoño-Invierno 2011/2012):
-
Ensalada de pollo escabechado con peras en almíbar y
queso
-
Salmorejo con huevos de codorniz y jamón
-
Mazamorra de almendras con gelatina al PX
-
Binomio de salmorejo y aguacate con anchoas
-
Tartar de atún
-
Croquetas de morcilla ibérica sobre crema de fabes y
cacao
-
Croquetas de choco con habitas en su tinta
-
Croquetas de jamón y pollo
-
Crujientes de morcilla
-
Manitas de cerdo crujientes
-
Gambas envueltas en hilo de patata con alioli de
azafrán y yema
-
Berenjenas fritas con salmorejo y huevos rotos
-
Berenjenas a la miel de caña
-
Foie a la plancha con manzana y crumble de almendras
-
Mogote ibérico con soja y miel sobre migas cordobesas
-
Patatas al pelotón con huevos rotos y lascas de jamón
ibérico
-
Carrillada de cerdo al PX
-
Cochinillo asado dos cocciones
-
Bacalao baja temperatura con cebollas confitadas y
revuelto de patata
-
Chipirón plancha
-
Arroz negro con yema y pimiento asado
-
Tarritos y terrinas, patés caseros con tostas
Y como postres:
-
Tarta fina de manzana con helado y crema inglesa
-
Brownie con sopa de cacao y plátano
Además encontraremos un par de
opciones de menús de degustación de tapas:
-
Menú de tapas de autor
-
Menú de sabores de Córdoba.
Como podéis comprobar, variedad
de platos de nombres actuales y sugerentes.
Tuvimos la oportunidad de
degustar seis de estas raciones entre cuatro personas: la ensalada de pollo
escabechado, las croquetas de morcilla ibérica, las berenjenas, en este caso
con salmorejo y huevos rotos, las manitas de cerdo crujientes, el foie a la
plancha y el mogote ibérico. Lo primero que llama la atención es la
presentación: vajilla moderna, con platos de pizarra en algunos casos, y
cuidada distribución de los alimentos. Resultan ser platos de cantidad
equilibrada, pero no nos quedamos con hambre, os lo aseguro. De hecho, no hubo
cabida para ningún postre. Todos nos rendimos a los sabores, algunos novedosos
en la ciudad en cuanto a combinaciones y preparación: sin duda, buena materia
prima y buena cocina. Nos gusta todo y a todos. Muy recomendables estos platos lo que nos llama a la curiosidad de volver en un futuro próximo para seguir
degustando raciones de la carta. En cuanto al precio, estas seis raciones con
el pan, cuatro bebidas y tres cafés, sale por 73,80 euros. El precio medio de
la ración estará sobre los 10 euros y se podría decir que una cena o comida sin
vino estaría entorno a los 20 euros por persona. Teniendo en cuenta todos los
aspectos antes citados la relación calidad-precio nos parece excelente.
En resumen, lugar acogedor y
moderno, cocina clásica y vanguardista al mismo tiempo, buen trato y ambiente
así como precios muy equilibrados. Solamente el pero de la carta: es un detalle
pero se puede mejorar.
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