¿Es posible comer en Córdoba
contemplando bajo nuestros pies una antigua construcción de época romana? ¿Podríamos
degustar nuestra comida en un edificio cuya historia se remonta varios siglos y
de tradición nobiliaria? ¿Sería posible además disfrutar de una experiencia
gastronómica en un entorno arquitectónico de gran belleza y donde se respire relajación
por todos sus rincones? ¿Ese lugar podría albergar un extraordinario hotel de 5
Estrellas? Si, todo esto es posible es un mismo espacio y además prácticamente
en pleno centro de Córdoba. Hoy os hablamos de nuestra visita a Arbequina, restaurante
del Hotel Palacio del Bailío.
Se trata de nuestra segunda
visita a un restaurante de hotel en Córdoba y lo hacemos realizando una reserva
previa -cena para dos personas- a través de una conocida página de reservas a través de la
web. Su exterior no nos llama especialmente la atención, pero tras adentrarnos
por el acceso abovedado de la calle Ramírez de las Casas Deza, empezamos a
descubrir un edificio ciertamente notable. Sin duda, estamos ante un lugar
auténticamente desconocido para los visitantes y también para la mayoría de los
cordobeses. No es algo excepcional, sino un mal muy común para muchos espacios
singulares que pasan por ser o inaccesibles o simplemente ignorados o ambas
cosas a la vez. El origen noble de la casa habría que buscarlo en tiempos de la
Reconquista, cuando pasa a pertenecer a la familia Fernández de Córdoba, la de
nuestro Gran Capitán. Y el nombre le viene por uno de los miembros que la
habitó, que ostentaba el cargo de “gran bailío”, en siglos pasados un
representante del poder del reino en un determinado territorio.
Entrada al Hotel Hospes Palacio del Bailío
Tras haber rebasado la entrada de
la que os hemos hablado, llegamos a un tranquilo patio con mesas que parece
estar preparado para descansar o tomar algo ligero. La verdad es que estamos
algo desorientados, por lo que reclamamos la atención del personal del hotel
que rápidamente nos atiende y conduce hasta la zona de restauración. Allí, la
persona que nos atenderá toda la noche, nos lleva hasta nuestra mesa. Estamos
ante una amplia estancia, un patio cubierto, de altos muros blancos donde
destacan algunos frescos, balcones y toques de vegetación. A ras de suelo, hay
doce mesas amplias y elegantemente vestidas, –podemos ver alguna más en un salón que
apreciamos al fondo–, que rodean el perímetro de un suelo acristalado bajo el
que se encuentran los restos de una antigua casa romana. Porque la casa-palacio
solo tiene unos siglos, pero se asienta, como toda la ciudad, en construcciones
y restos muchos más antiguos. Felizmente, la reforma que transformó la casa en
alojamiento, llevada a cabo por la cadena de hoteles de lujo Hospes, permitió
sacar a la luz esta construcción oculta.
Mesas en el Restaurante Arbequina
Estamos por tanto en el
restaurante y recordamos que antes que Arbequina fue Senzone. Senzone no era
sólo un nombre o una marca, sino un concepto gastronómico –así lo explicaban en
sus dossieres de prensa– que pretendía que el comensal descubriera la cocina
del destino, pero de manera sofisticada y lujosa en sabores y presentaciones.
La marca y su filosofía se fueron implantando desde 2004 en todos los
restaurantes de los hoteles de cadena Hospes, incluyendo por supuesto a nuestro
Hotel Palacio del Bailío tras su inauguración en 2007. La dirección en cocina del
Senzone cordobés necesitaba de nombres que supieran llevar a cabo esa fusión de
lo tradicional y lo original y así encontró figuras tan apropiadas, y de las
que ya os hemos hablado en nuestro blog-revista, como las de Adrián Caballero,
actualmente al mando Regadera, o Periko Ortega, hoy en día al frente de
ReComiendo. Y como curiosidad, lejos de Córdoba, en el Senzone de Madrid,
también ejerció con éxito otro cordobés: Paco Morales. Y así transcurren las
cosas, hasta que, tras varios años, la cadena Hospes decide desprenderse
paulatinamente de su marca gastronómica, adquiriendo cada uno de los
restaurantes un nombre distintivo: Los Patos en Granada, El Monje en Salamanca,
Azahar en Sevilla, Independencia en Madrid, Monastrell en Alicante, Las
Corchuelas en Cáceres, Maricel en Mallorca y Ampar en Valencia. De este modo nace
también la nueva denominación para el espacio cordobés: Arbequina. Y en esta
nueva etapa se demuestra claramente que no ha desaparecido la esencia inicial
que buscaba la calidad y la innovación sin olvidar las raíces. Este periodo de
cambio y andadura de la nueva denominación recae para Córdoba en manos de su
nuevo jefe de cocina: Javier Moreno. La cocina cordobesa este presente, pero en
su carta, renovada periódicamente, lo más destacable es la influencia asiática.
Debemos hablar entonces de una doble carta, con un listado de platos de corte
más tradicional al que se suma un segundo donde sobresale el influjo oriental
del que os hablamos. Os mostramos esa doble oferta que presentaba durante
nuestra visita, aunque es probable que se renueve, si no lo ha hecho ya, de
cara a la temporada de otoño-invierno en
que nos encontramos.
Carta – Primera Parte
- Ensalada de Foie con Nueces y
Frutos Rojos Estofados
- Ensalada de Tomate con Ventresca
de Atún
- Burrata con Ensalada de Tomate y
Albahaca
- Crema de Puerro Asado y Crema
Agria con Shimeji y Butifarra Ahumada
- Crema de Jamón y Ajo Negro con
Huevo a baja temperatura y Papada
- Ravioli de Setas con Espuma de
Queso Parmesano
- Salmorejo Cordobés con Jamón
Ibérico y Polvo Helado de Tomate
- Berenjenas fritas con Reducción
de Pedro Ximénez
- Jamón Ibérico de Bellota con
Tostas de Pan con Tomate
- Quesos de Zuheros con Confitura
de Tomate Verde
- Flamenquín Ibérico con Salsa de
Piquillos, Tubérculos y Mahonesa de Wasabi
- Croquetas de Jamón
- Tortillita de Camarones con All i
Oli de Tinta de Calamar
Carnes
- Tataki Ibérico con Tempura de
Espárragos y Mahonesa de Soja
- Cochinillo confitado con Crema de
Limón, Palomitas de Amaranto y Pak-Choy
- Ravioli de Rabo con Crema Fina de
Patata Violeta Trufada y Chips de Zanahoria
- Solomillo de Ternera con Setas,
Crema de Boniato y Salsa Gochujang
Pescados
- Arroz de Pulpo y Katsuobushi
- Arroz de Carabinero Baby
- Pescado del Día con Kimpira de
Verdura y Romescu
Postres
- Strudel de Manzana y Frutos Secos
con Helado de Leche Merengada
- Tarta de Queso y Frutos Rojos con
Helado de Uzu
- Tarta de Chocolate con Helado de
Caramelo Kojac
- Ensalada de Frutos con Helado de
Yogur
Carta – Segunda Parte
Entrantes:
- Chilli King Crab
- Foie micuit, moras, bizcocho de
naranja sanguina, chalotas glaseadas con sake y esferas de yuzu
- Sopa de Lima Kaffir y Coco,
Cigalas al vapor de Amontillado, Dumplín cremoso y Maruka
- Vieiras Nuoc Cham con verduras de
temporada salteadas con Frutos Secos y Mojama
- Ravioli de parmesano y setas
- Pata de Pulpo en su jugo,
glaseado en entorno de Patatas, Carbón y Cantos Rodados con Mousse de Erizo de
Mar
Pescados:
- Salmonetes y su Escama, rollitos
Vietnamita de Presa Ibérica, Rebozuelos y Curry Rojo
- Atún Rojo DO Almadraba y sus
Callos Servido en dos tiempos:
Guiso de Atún con Katsuobushi
Lomo de Atún Rojo, Gorgonzola y
Pera con Huevas de Maruka
- Arroz cremoso de carabineros en
dos servicios:
Carabinero con tierra marina y
ensalada de algas
Arroz con esencia de carabinero y
gel de azafrán
- Bacalao confit y su Brandada,
Cocotxa al Pil-Pil de Foie, Ajo Negro y Bizcocho de Té Matcha
Carnes
- Cochinillo con crema de Pomelo,
Pak Choi y tierra de queso San Simón
- Lomo de Ciervo con Kimchi de
Fresitas salvajes y Calabaza VS Kimchi de Berenjenas y Shimeji
- Solomillo Carbón, Trufa Negra
Fresca, Crema de Horse Radish y Ragout meloso de Ceps
- Arroz de Pato y Palo Cortado
Postres
- Panna cotta de chocolate blanco,
violeta en texturas y pan de especias
- Toffee, café y chocolate negro,
bizcocho de azucar moscovado, gominolas de aceite de oliva y helado de amaretto
- Cremoso de frambuesas, bizcocho
sablé de cacao, galleta crumble de canela y helado de chocolate y caramelo
En su conjunto, encontramos esas
dos cartas diferenciadas que os hemos comentado, pero con influencias comunes
donde también destaca el producto seleccionado. Para las cenas se ofrecen
también dos menús de cinco y siete platos que se confeccionan con platos
presentes en la carta. Acudimos precisamente de noche por lo que nos decantamos
por el menú, en este caso de cinco platos. Se sirve, como veréis en las fotos,
en una original vajilla y es todo un muestrario de color y sabores exóticos.
Una curiosidad más, y que es
muestra clara de la influencia asiática que rodea la experiencia culinaria en
Arbequina, es la “pastilla” que dejan a cada comensal y decimos “pastilla”
porque ese es su aspecto. No queremos desvelar de que se trata realmente para que lo
descubráis vosotros mismos. Simplemente comentaros que es un elemento
siempre presente en los restaurantes de Japón.
Comenzamos nuestra cena.
Con un nombre como Arbequina, la
presencia del aceite parece absolutamente obligada. Y efectivamente así es ya
que comenzamos con una degustación de tres aceites: dos de tierras cordobesas, uno
de variedad “pajarera” –nombre por el que se conoce a la “picudo” en tierras de
Luque– y el otro un coupage de variedades “hojiblanca”, “arbequina” y “picual”,
mientras el tercero es un monovarietal “hojiblanca” de Jaén. Para degustarlos
nos ofrecen previamente distintas variedades de pan para escoger.
Degustación de aceites en el Restaurante Arbequina
Seguimos a continuación con un aperitivo
–no es el primer plato–. Éste se sirve sobre unos originales cuenquitos donde
se entremezclan cabracho, anguila ahumada y “spring onion” –cebolleta–. Tras
esta tapa se inicia el menú propiamente dicho.
Apertivo de cabracho, anguila ahumada y spring onion del Restaurante Arbequina
Primer plato
“Chilli King Crab”, un plato que
parece provenir de Singapur y que emplea el llamado Cangrejo Real o King Crab.
Se trata de hebras de este cangrejo sobre una salsa ligeramente picante y que
se acompaña de un crujiente de pan especiado.
"Chilli King Crab" del Restaurante Arbequina
Segundo plato
“Vieiras Nuoc Cham con verduras
de temporada salteadas con Frutos Secos y Mojama”. Se presenta una vieira
acompañada de diferentes verduras, la mojama y yema de huevo semicocida. Ésta
se rompe, se mezcla con el resto de alimentos y listo para degustar este
interesante plato.
“Vieiras Nuoc Cham" del Restaurante Arbequina
Tercer plato
“Bacalao confit y su Brandada,
Cocotxa al Pil-Pil de Foie, Ajo Negro y Bizcocho de Té Matcha”. Es una pequeña porción de bacalao sobre una brandada y acompañada de diferentes salsas –entre
otras de aceitunas, de naranja y aceite o de ajo negro–, la piel del bacalao a
modo de crujiente y bizcocho de té Matcha –bizcocho popularísimo en Japón como
otras tantas preparaciones de este mismo té–. En definitiva, popurrí de
elementos y mezcla de sabores a gogó.
“Bacalao confit y su Brandada" del Restaurante Arbequina
Y vamos a por el cuarto plato
“Lomo de Ciervo con Kimchi de
Fresitas salvajes y Calabaza VS Kimchi de Berenjenas y Shimeji”. Se presenta un
lomo ciervo de cierto toque cítrico que sea acompaña de dos guarniciones: por
un lado de calabaza acompotada y por otro de berenjenas y setas.
“Lomo de Ciervo" del Restaurante Arbequina
Postre, quinto y último
“Panna cotta de chocolate blanco,
violeta en texturas y pan de especias”. El tradicional postre italiano a base
de nata cocida, en este caso con chocolate blanco, que se acompaña de helado de
violetas, bizcocho y flor de azafrán comestible.
“Panna cotta de chocolate blanco" del Restaurante Arbequina
Nuestra cena se completa con una
botella de agua, una cerveza y una copa de vino. Es de destacar que entre los
vinos por copas tuvieran alguna referencia cordobesa, en este caso un tinto
Casa Villa-Zevallos de Pérez Barquero. La cuenta ascendió a 75,65 euros tras
aplicarnos un descuento –un 30% sobre el precio de los menús– gracias a la
reserva por Internet que os comentamos al principio. Los precios se mueven en
un rango elevado que hace bastante atractivo el descuento si lo podéis
encontrar: en torno a los 15-20 euros para entrantes, 25-30 para los principales
y 8-9 euros para los postres; los menús tienen un precio de 45 euros/comensal
para el de cinco platos y 60 euros/comensal para el de siete.
En cuanto a la experiencia
culinaria, no podemos negar que Arbequina presenta una oferta muy atrevida y
arriesgada para nuestra tradicional Córdoba. Como poco hay que darle el valor
de apostar por algo realmente diferente y que suma diversidad a un panorama en
ocasiones demasiado repetitivo. Y en cualquier caso, la carta cuenta con ese
otro espacio para el recetario más popular. A todo ello debemos unirle la
categoría del hotel donde se encuentra el restaurante y por supuesto el marco monumental
que proporciona un edifico como la Casa-Palacio del Bailío. No podemos terminar
sin felicitar el servicio, joven y profesional, absolutamente correcto en
tiempos y donde no faltan indicaciones y explicaciones con detalle de cada uno
de los platos. El ambiente es muy tranquilo, ocupándose durante la noche la
mitad de las mesas, casi siempre por parejas que parecen hospedarse en el
hotel.
Tras la cena, y como oportunidad
reservada a los huéspedes del hotel y clientes del restaurante, solo nos
quedaba pasear y descubrir algunas zonas y estancias comunes, destacando la
decoración inspirada en la arquitectura de la Mezquita o Medina Azahara y por
supuesto la belleza de sus patios. Terminaba nuestra visita al primer hotel
con categoría 5 Estrellas abierto en Córdoba y su restaurante Arbequina, espacios
elegantes, innovadores y con personalísimo sello cordobés afortunadamente
recuperados y que merecen ser descubiertos por el turismo de la ciudad y
también por propios los cordobeses.
Interior del Hotel Hospes Palacio del Bailío
a verdad es que estamos algo desorientados, por lo que reclamamos la atención del personal del hotel que rápidamente nos atiende y conduce hasta la zona de restauración. Allí, la persona que nos atenderá toda la noche, nos lleva hasta nuestra mesa. Estamos ante una amplia estancia, un patio cubierto, de altos muros blancos donde destacan algunos frescos, balcones y toques de vegetación. A ras de suelo, hay doce mesas amplias y elegantemente vestidas, en el sitio aquí podemos ver alguna más en un salón que apreciamos al fondo–, que rodean el perímetro de un suelo acristalado bajo el que se encuentran los restos de una antigua casa romana.
ResponderEliminar