Venta Esteban
Jerez de la Frontera – (Cádiz)
Nuestra primera visita nos lleva hasta Jerez de la Frontera. Teníamos comida en grupo y alguien recomendó la “Venta Esteban”, un establecimiento tremendamente popular en esta localidad. El nombre ya nos llama la atención, ya que el término “venta” asociado al nombre de un bar o restaurante es bastante común por la zona. Aunque utilizado en el pasado en buena parte de la geografía española para designar negocios normalmente situados en las afueras de las poblaciones, junto a carreteras o caminos, y que ofrecían comida y alojamiento, se podría decir que hoy, apenas Sevilla, pero especialmente Cádiz, mantienen la tradición de llamar así a algunos de sus restaurantes.
Negocio familiar llevado por
varios hermanos, los hermanos Ballesteros. Entre ellos está Esteban, que por su
popularidad entre antiguos clientes, cuando trabajaba en otras ventas, acabó
por dar nombre al establecimiento abierto junto con sus hermanos hace más de
treinta años.
Ocupa un local bastante amplio,
con varios salones, totalmente llenos el día de nuestra visita, donde se
ofrece, como era de esperar, cocina tradicional española. Destacan lo andaluz y
las referencias gaditanas en producto y recetas, con pescados y mariscos de sus
cercanas costas, el vacuno Retinto y los vinos generosos de Jerez. Platos
sabrosos y bien servidos en cantidad, ambiente acogedor, buen servicio en sala
y precios bastante equilibrados, hacen de este restaurante un lugar totalmente
recomendable. Multitud de famosos han pasado por la “Venta Esteban” como queda
patente por las fotografías de éstos que adornan algunas de sus paredes, pero
lo más importante es que es referencia para los propios jerezanos que lo tienen
entre sus lugares de visita habitual, que lo utilizan para sus celebraciones y
que en fines de semana y épocas festivas hacen necesario reservar con
antelación para evitar sorpresas.
Tortillitas de camarones de la Venta Esteban
Ribera Navarra
Madrid
Y de Jerez a Madrid para daros a conocer un pequeño restaurante, que pasa bastante desapercibido por su localización -una calle poco transitada del céntrico barrio de Chamberí-, aunque creemos que los amantes del buen cocido madrileño deben conocerlo bien. En este caso, su nombre dice muy poco en este sentido y si más por una cierta predilección por la cocina y el producto navarro. Efectivamente, las verduras sobresalen por su presencia: espárragos, setas, alcachofas, o como en nuestra última visita, un espectacular tomate que sirvió para crear una sensacional ensalada únicamente añadiendo ventresca y cebolla fresca. En la carta también encontraremos carnes y pescados, pero en cualquier caso con el producto de temporada siempre como protagonista.
Y después está su magnífico cocido
madrileño. Algo por lo que son más conocidos que por todo lo mencionado
anteriormente. Según nos contaron, probaron a hacerlo, gusto mucho entre los
clientes y en poco más de dos años se ha convertido en su plato estrella.
Servidos con los tradicionales tres vuelcos -sopa, garbanzos más verduras y
carnes-, aunque una vez allí podemos cambiar el orden o pedir que se sirvan a
la vez o lo que queramos. Más que sobrado en cantidad -y se puede repetir también-
y a un precio de 22 euros por persona que resulta muy competitivo respecto a
otros establecimientos especializados. A nosotros nos encantó y hemos repetido
y llevado a amigos. Avisamos que conviene reservar e indicar que tomaremos
cocido, aunque seguramente ya os preguntaran ellos.
Cocido madrileño completo de Ribera Navarra
La Malaje
Como siempre, tratamos de buscar la referencia a Córdoba en nuestras escapadas y en esta ocasión la encontramos en Madrid y más concretamente en el céntrico barrio de Tirso de Molina. Allí abría a comienzos de 2016 “La Malaje”, restaurante donde ejerce el joven chef cordobés Manuel Urbano. Anteriormente había trabajado en “Sacha”, establecimiento de renombre en la capital, para seguidamente probar como empresario junto a par de socios más precisamente con este lugar del que os hablamos. Uno de los socios, por cierto, el popular “Chechu” de la mítica serie de televisión “Médico de familia”. Nos referimos, claro está, al actor que lo interpretaba, Aarón Guerrero, que desde hace un tiempo ejerce más de empresario gastronómico y que en esta aventura también oficia de jefe de sala. En nuestra visita, lo vimos de refilón, casi cuando nos íbamos, pero efectivamente, ahí estaba. Más allá de lo anecdótico, nos encontramos ante un establecimiento que se ha hecho hueco rápidamente, con éxito de público y crítica. Para esta última, y sin ir más lejos, ya era restaurante “Recomendado” por la Guía Repsol 2017, calificación que mantiene en la edición 2018, y que ahora amplia también luciendo “vajilla” en la Guía Michelin 2018.
Con esas dos caras que tanto se
llevan ahora para los negocios de hostelería, la seria y la informal -en
barra-, lo cierto es que se come bien. Cocina que tiene su punto innovador,
aunque a nosotros nos gusta, sobre todo, aquello que tiene que ver con la
cocina tradicional a la que se da algún toque curioso y simpático -no olvidamos
la tradicional ensaladilla rusa con camarones fritos que allí probamos-.
Sumemos a todo esto, una declarada inspiración en la cocina andaluza -también
en la ambientación del local- con claras alusiones a lo cordobés, y no solo en
los platos de la carta, sino también en el aceite de oliva o los vinos.
Sin duda una sorpresa agradable,
por encontrar un poco de Córdoba más allá de Córdoba. Y por ver como un
cocinero cordobés lo hace bien.
Ensaladilla de La Malaje
Con La Malaje cerramos este
pequeño recorrido en propuestas gastronómicas. Si queréis ver en detalle todas
nuestras escapadas podéis consultar nuestros canales en Tripadvisor y 11870.
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