Camisa blanca, pantalón oscuro y
mandil verde. Así nos recibe el amable personal de CASA RUBIO cuando accedemos
a su interior. Nos hubiera gustado conseguir alguna de las mesas a pie de calle,
pero por desgracia todas estaban ocupadas.
Resulta curioso detenerse a
pensar que hemos accedido a un establecimiento que lleva dedicado al mundo
hostelero casi un siglo. Hay que remontarse al año 1920 para encontrar su
nacimiento como taberna. Primero conocida como “La Taberna del Cojo de San
Nicolás” y más tarde como “Casa Rubio”, nombre con el que ha llegado hasta
nuestros días. Esta denominación la toma de “El Rubio”, apodo con el que se
conocía a su propietario desde 1932, José María Jiménez Márquez. La saga
familiar continuará con el negocio un par de generaciones más, pero la etapa
actual recae en la gestión del Grupo Cabezas Romero, empresa familiar tras
quienes encontramos al matrimonio Miguel Cabezas Morón y Lola Carmona. Adquieren
el local en 2001, convirtiéndose éste en
el segundo de los restaurantes del grupo que actualmente suma cuatro
establecimientos: por orden, Casa Pepe de la Judería, Casa Rubio, El Nº 10 Taberna
y Caravasar de Qurtuba.
Cubierto en las mesas de la taberna de Casa Rubio
Cada uno diferente, aunque
parecidos al mismo tiempo, comparten al menos el ambiente tradicional en su
estética y gastronomía además de estar dotados, eso si, de ciertos toques de
calidad. Son habituales, por ejemplo, de la Guía Michelín. Quizás el más
singular sea Caravasar, el más joven de los negocios abiertos por el grupo, que
está especializado en comida árabe y que esta haciendo méritos para aparecer en
nuestra sección de “Temáticos”. Bueno, eso será otra historia así que dejamos
la calle Romero, donde se concentra el núcleo fuerte de este grupo de
restauración, para irnos hasta la emblemática Puerta de Almodóvar donde se
encuentra nuestro lugar protagonista.
Interior y escalerade acceso al restaurante de Casa Rubio
Como decíamos, habíamos accedido
al interior de Casa Rubio donde nos reciben y conducen hasta la mesa para dos
que acabamos ocupando. La verdad es que finalmente nos alegramos de estar
dentro ya que el local esta climatizado y gana en confort frente a las mesas
del exterior: ya sabéis, es agosto y ni de noche perdona. A pesar de ir sin
reserva y sentarnos de inmediato, observamos que la sala en planta baja donde
nos encontramos está bastante llena y lo cierto es que en su mayoría se trata
de turistas y visitantes foráneos de la ciudad. Todo este espacio, junto con la
terraza en la calle y la entrada junto a la espléndida barra, es lo que podríamos
denominar zona “taberna” del establecimiento y que adquiere un aire más
informal además de contar con un carta propia donde encontramos una interesante
selección de tapas y raciones. Subiendo unas escaleras llegaremos a un salón en
la primera planta y más arriba a la azotea, conformando ambos la zona de
restaurante.
Nuestra mesa en Casa Rubio
Un mismo local o edificio, pero
dos ambientes y dos cartas con propuesta gastronómicas diferentes: una dualidad
propia de algunos restaurantes de referencia cordobeses. Casa Pepe de la Judería,
El Caballo Rojo o El Churrasco serían otros ejemplos destacables. Sin duda, una
forma más económica de acceder a restaurantes de referencia y conocer por donde
se mueve su cocina.
Pero conozcamos de cerca esa
“Carta de tapas” – agosto 2014 – que se sirven como raciones, medias raciones y
como tapas en algunos casos:
Tapas:
Jamón Ibérico
Queso Manchego
Salmorejo Cordobés
Mazamorra
Cogollos con Ajitos
Ensaladilla Rusa
Ensalada Mixta
Ensalada de Quesos de Zuheros
Picadillo de Tomate con Atún
Tortilla del “Rubio” (sólo tapa)
Patatas Moriscas
Huevos con Pisto
Croquetas Caseras de Jamón
Berenjenas con Miel de Caña
Setas Riojanas a la Plancha
Pavías de Bacalao
Flamenquín Cordobés Casero
Chorizo al Vino
Patatas Revueltas con Jamón
Revuelto de Bacalao con Patatas
Paja
Choco con Arroz
Chipirones Plancha
Japuta en Adobo
Riñones de Cordero
Puntas de Solomillo
Presa con Salsa de Trufa
Rabo de Toro
Churrasco Ibérico
Lomo de Buey
Postres:
Bipolar de Chocolate con Helado
de Galleta
Espuma de Arroz con Leche y
Helado de Canela
Tiramisú
Profiteroles Rellenos de Crema
con Salsa Caliente de Guayaquil
Pastel Cordobés
Surtido de Postres de Nuestra
Selección
"Mazamorra" en Casa Rubio
En esta ocasión y para nuestra
cena nos decantamos por medias raciones de “Mazamorra”, de “Patatas Moriscas” y
“Japuta en Adobo”, a lo que unimos la tapa de “Tortilla El Rubio”. Comienzan sirviendo
– tal como nos sugiere el camarero que nos atiende – el plato frío, la “Mazamorra”
en este caso, que se acompaña de almendras fritas enteras, huevo duro muy
picado y unas gotas de aceite de oliva. Un plato fresco, de excelente de sabor
y que degustamos a modo de “dipeo” con regañás. Muy de moda actualmente en Córdoba,
la mazamorra puede ser la alternativa perfecta si se llega algo saturado – cosa
difícil – de salmorejo. A continuación llega la “Japuta en Adobo” – la japuta
se conoce como palometa en otros lugares –, fritura perfecta y limpia donde celebramos
además el acompañamiento con una mahonesa de lima, que pone el toque cítrico, y
algo muy cordobés como es la col aliñada. Seguidamente nos sirven las “Patatas
Moriscas”, un plato muy sencillo en el fondo, pero que nos parece uno de los
imprescindibles de esta carta. Se trata de patatas a dados, primero cocidas y
después fritas, mojadas en una especie de salsa mahonesa de toque ligeramente
picante donde sobresalen, por color y sabor, el curry y el comino, y que se
acaba con cebollino picado. Lo dicho, sencillo y genial al mismo tiempo.
Finalmente acabamos con la “Tortilla El Rubio”. Vamos, pincho de tortilla de
patatas de toda la vida en cuña de gran tomo, como gusta de servirse aquí en
Córdoba, que estuvo acompañada de salmorejo con su jamoncito y todo.
Oportunidad que tuvimos de probar también el salmorejo que por cierto fue lo
mejor del plato porque la tortilla, siendo justos, ésta estuvo bien, pero las
hemos probado mucho mejores.
"Japuta en adobo" de Casa Rubio
"Patatas moriscas" de Casa Rubio
"Tortilla El Rubio"
Cierto es que la cena fue, a
pesar de tratarse de medias raciones, contundente, pero dejamos sitio para un
postre. En este caso nuestra elección fue la “Espuma de Arroz con Leche y
Helado de Canela” y mereció la pena. Empezamos con el toque fresco de la
mazamorra y hacia falta terminar con la misma sensación que ahora ponía el
helado de canela que acompañaba al suave arroz con leche. Poquitos postres pero
muy trabajados y que se llevan la mejor presentación de la cena. Por cierto que
son prácticamente los mismos que los de la carta del restaurante.
"Espuma de Arroz con Leche y
Helado de Canela" de Casa Rubio
Así acabamos una cena a la que
habría que sumar el servicio de pan para dos, cuatro cañas y un café cortado. En
total 34,6 euros con buena relación calidad-precio (raciones en torno a los 10
o 12 euros de media, medias raciones en torno a los 6, tapas sobre los 2,5 o 3
y postres 5,5 euros). Todo bien ejecutado y con gran sabor – excepción hecha de
la tortilla en la que nos mostramos algo más exigentes – y donde nos sorprenden
positivamente las cantidades: muy bien tratándose de medias raciones que fue lo
que pedimos en nuestro caso. Por cierto, los precios se incrementan un 10% en
terraza.
Comentaros que en ocasiones
también disponen de una lista de sugerencias fuera de esta carta. Ese fue el
caso de la pasada Semana Santa, momento en el que también pasamos por esta casa
y de la que os mostramos una fotografía a modo de ejemplo.
Sugerencias a la carta de tapas de la pasada Semana Santa
Os mostramos también algunas
fotografías de lo que pedimos en aquella ocasión y que estuvo compuesto por
platos de la carta y de la lista de sugerencias: “Ensalada de Brotes con Melva,
frutos secos, Granada y Vinagreta especial”, “Revuelto de Bacalao con Patatas
Paja“, “San Jacobo especial de Lomo de Buey con Queso” y “Bipolar de Chocolate
con Helado de Galleta”.
Mientras abandonamos Casa Rubio ya satisfechos, nos fijamos con más
detalle en el mejorado aspecto que se le ha dado al establecimiento en los
últimos tiempos: blanco limpio y luminoso en el que destacan los toques de
color azul y verde esmeralda.
Interior de la taberna de "Casa Rubio"
Zona de barra de Casa Rubio en abril y la nueva imagen, tras ser remozada, en agosto
Y nada más salir encontramos a la vista, de nuevo,
la mágica Puerta de Almodóvar, frontera entre la Córdoba vieja y nueva. Sin
duda queda una noche estupenda para pasear, recordar e ir pensando en regresar,
pero ahora a ese lado un poco más formal de Casa Rubio: su restaurante. Por su
puesto lo compartiremos con vosotros.
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